Sobran las palabras cuando las imágenes lo dicen todo por sí mismas. Con las fotos que siguen, te darás cuenta por qué debes disfrutar del verano en el Caribe Mexicano.
La escena es perfecta: fascinantes ruinas arqueológicas junto al mar y playas de arena suave en donde pasar el día. ¿Estás aburrido? Eso es porque aún no te sumaste a alguna actividad acuática. Kayakismo, snorkel, nado con delfines. Hay propuestas deportivas para todos los gustos y personalidades. El poblado es rústico y familiar, ideal para quienes desean escapar de los all inclusive.
Uno de los destinos más concurridos de todo el país. La calidez del mar, lo exótico de sus manglares, sus bellas playas (algunas de ellas certificadas), el lujo de los hoteles, la diversión de la noche y sus incontables sitios para hacer compras son algunas de las razones de su atractivo. Cenotes, cuevas y ríos subterráneos también invitan a dar rienda suelta a la aventura.
Playa del Carmen
Otro de los favoritos de la Riviera Maya. Es un destino jovial, que aún mantiene un aire local pero que no deja de ofrecer incontables propuestas a los viajeros para que se diviertan. La Quinta Avenida es uno de los lugares más famosos, por su sucesión de bares, cafés, restaurantes y tiendas, que son un punto de encuentro y de ocio.
Puerto Morelos
Parece mentira que exista tan notable contraste. Pero sí, el Caribe Mexicano resulta atrapante por eso mismo. De un lado de la balanza, está el lujo, la grandeza de los hoteles y la vanguardia de un destino como Cancún, pero del otro lado está la sencillez, amistosidad y la atmósfera bohemia de un destino de pescadores como Puerto Morelos. El ecoturismo es uno de los puntos fuertes del lugar, aunque no hay que olvidarse de degustar sus platillos locales.
Dicen que las playas de Cozumel se encuentran entre las más bonitas del mundo. ¡Y no se equivocan! Un verdadero paraíso está contenido en esta isla. Con una gran afluencia de turistas internacionales, Cozumel lo tiene todo para una estadía inolvidable. Los más hermosos arrecifes, sitios para comprar increíbles joyas y producciones locales, restaurantes en donde dejar que el paladar sea libre y por supuesto, actividades de entretenimiento como espectáculos, nado con delfines, entre otras cosas.